Naturaleza, aire fresco y confort en un espacio urbano, son las necesidades básicas que como humanos buscamos inconcientemente en nuestro entorno inmediato.
Desde hace unas cuántas décadas, la tendencia de construcción vertical para espacios comerciales, ejecutivos y viviendas ha hecho que pasemos la mayor parte de tiempo dentro de paredes de concreto rodeados de poco o nada de espacios verdes, buena iluminación natural o aire fresco.
En consecuencia, los deportes al aire libre - outdoors - han ido en incremento de la mano con la industria de la ropa y accesorios deportivos. Quizá esa sea la respuesta inconsciente que buscamos para mantenernos en contacto pleno con la naturaleza, siendo ésta una necesidad inherente al ser humano.
Esta búsqueda constante y directa de mantener contacto con el mundo exterior, y el creciente apego hacia el cuidado del planeta por una vida más eco, ha venido integrando en el diseño y la arquitectura espacios verdes, ventanales grandes y plantas más allá de lo decorativo, volviéndolo parte del entorno: un estilo de vida.
Nace así el diseño biofílico. La biofilia consiste en mantener apego por la naturaleza, por lo vivo. Es esa conexión innata que tenemos los humanos con el ambiente y los seres que en él habitan.
Es entonces que en ámbitos constructivos y decorativos, se ha venido dando cabida a ecosistemas integrados en el entorno, implementando así elementos de origen natural como fibras o madera de manera consciente y permanente. Hay estudios que afirman que la gente que trabaja en oficinas con entornos verdes trabajan de manera más productiva. Además disminuyen la concentración de tóxicos en el aire y aumentan la humedad ambiental, lo que es bueno para las mucosas respiratorias.
Si deseas conocer más acerca del diseño biofílico, encuentra más información aquí: https://www.metropolismag.com/architecture/what-is-and-is-not-biophilic-design/
Una práctica verde
Empecemos por nuestro espacio personal, a veces todo lo que necesitas para crear tu espacio personal es añadir elementos que aporten carácter. En un post anterior hablaba de la creatividad y para que fluya esa habilidad innata es preciso encontrar o crear el espacio adecuado. Ese espacio diáfano que puede ser a la vez informal o relajado pero que cada uno de los detalles sea cuidadosamente escogido incluyendo fibras naturales, plantas y vegetación acorde al espacio e iluminados por luz natural de preferencia.
Para hacer de tu rincón un espacio biofílico adecuado, sigue estos pasos:
1. Identifica la función del espacio
No es lo mismo adecuar un dormitorio que un estudio personal o una terraza. Cada espacio cumple una función principal y de ello depende su integración con el entorno.
2. Busca luz natural
Es muy importante contar con una entrada de luz natural tanto para ti como para tus plantas. Coloca tu mesa, butaca o sofá cerca de una ventana así reducirás el gasto energético y aumentarás tu desempeño.
3. Escoge plantas según el espacio
En tu taller, tu oficina en casa o estudio puedes incorporar plantas de hojas grandes, enredaderas y suculentas de manera consciente. Ten en cuenta si las plantas son para interior o exterior y si requieren mucha luz natural o sombra.
4. Mima tus plantas
Plantas como los cactus requieren poco cuidado y agua de manera esporádica, mientras que plantas trepadoras o frondosas pueden requerir agua hasta dos veces por semana. Abono, una buena maceta y podarlas cada cierto tiempo las mantendrá saludables para poder así purificar el ambiente.
Si ya decides crear un ecosistema en tu entorno ten en cuenta que no sólo se trata de colocar plantas al azar sino que es un deseo consciente de conectarte con la naturaleza dentro de una estancia urbana, de esta manera irás sintiendo sus beneficios.
De seguro tienes un lugar favorito a donde ir a tomar un café o a cenar en la ciudad o si vas de viaje, es posible que te sientas atraido por estancias con ventanales que te permitan admirar el horizonte. No es casualidad que sientas atracción por esos lugares y quieras volver, eso sucede porque inconscientemente buscas contacto con la naturaleza. Es un vínculo, un sentido de pertenencia.
Ese mismo efecto es el que el diseño biofílico incorpora en los ambientes para que te sientas a gusto, seas más productivo o vuelvas con frecuencia.
Ya sea que trabajes en un consultorio, en un local comercial o en tu oficina, las relaciones interpersonales fluirán de mejor manera en un ambiente acogedor que contenga elementos como fibras naturales, madera, plantas, ventilación e iluminación natural.
Así que atrévete a incorporar un rincón verde, proporcionando así beneficos para la salud mental y física, además de permitirte descontectarte por momentos de la tecnología y alejarte de los constantes estímulos que acarrea la vida urbana.
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